El aprendizaje desde niños es más enriquecedor cuando es constante. Esto es lo que ocurre con la Educación Financiera, un concepto que abarca diferentes aspectos de la vida y que si es enseñado desde temprana edad, preparará a los más pequeños para tomar mejores decisiones en el futuro.
La educación financiera es una habilidad básica para participar en la sociedad moderna, las personas que no conocen ni entienden el funcionamiento de los diferentes productos y servicios financieros y son propensos a incurrir en costos excesivos e innecesarios; por el contrario, aquellas personas educadas financieramente encuentran en la banca un aliado para concretar sus sueños: Capacitarse, comprar casa, crear empresa o simplemente para realizar transacciones diariamente de una manera más eficiente y segura.
Es en la infancia donde se empiezan a cultivar las formas de pensamientos que determinarán en gran medida el relacionamiento de las personas con su entorno, es por ello que se recomienda empezar a inculcar los buenos hábitos financieros desde el mismo momento en que el niño comprende que toda acción tiene una consecuencia. No se necesita de métodos avanzados para lograrlo, pequeños pasos como premiar el uso responsable de la mesada, o el dinero de las onces, son suficientes para inculcar que la prosperidad financiera no es un asunto de suerte, sino de buenas decisiones.
Algunas barreras para hablar del dinero en casa son considerar que este tema solo atañe a los padres o inseguridades propias acerca de los conocimientos en este tema. Este tipo de pensamientos traen como consecuencia que los niños fundamenten sus primeras nociones de finanzas en creencias populares, tales como que “los ricos son afortunados”. Si un niño cree que la riqueza es resultado de la suerte y no del trabaja duro y la toma de decisiones inteligentes, ¿cuál será su motivación para empezar a manejar el dinero responsablemente?
Recuerde que los hábitos tardan años en formarse, y si se transmite desde los primeros años la confianza, conocimientos y habilidades necesarias para asumir riesgos, ahorrar para “tiempos de sequía”, determinar si están en capacidad de asumir una deuda y ‘guardar’ para la vejez, entonces sus hijos tendrán las herramientas para lograr un futuro financiero próspero sacándole partido al sistema financiero.
La Educación Financiera en la escuela:
Varios organismos internacionales como la OCDE han recomendado enseñar Educación Financiera en los colegios como parte del currículo, tomando en consideración el tiempo que requiere generar hábitos responsables y duraderos en las personas. Esta recomendación fue reforzada por la crisis económica de 2008, entre las causas se encuentra la falta de conocimiento y criterio de los consumidores financieros a la hora de evaluar los riesgos y beneficios a los que se someten a la hora de entablar relaciones con el sistema financiero.
Aunque hoy el 70% de los diez países con mayores puntajes en conocimientos financieros según PISA 2012 han integrado la educación financiera en sus programas escolares o universitarios, existen barreras que dificultan su masificación como la falta de apoyo político, de recursos, de organización del plan de estudios, de liderazgo en la articulación entre entes públicos y privados o simplemente la falta de experticia en el tema.
Gráfica 1: Comparativo resultados de los distintos módulos de la prueba PISA 2012
La OCDE recomienda que la educación financiera sea impartida en los colegios y sea parte de una estrategia nacional que establezca un marco de aprendizaje con objetivos, contenidos, métodos pedagógicos, recursos y planes de evaluación coordinada para asegurar la relevancia y la sostenibilidad a largo plazo. En Colombia, la estrategia nacional se encuentra en construcción bajo el liderazgo de “La comisión Intersectorial de Educación Económica y Financiera”.
Panorama internacional:
Gráfica 2: Resultados Prueba Pisa 2012 – Módulo Educación Financiera
A nivel global diferentes encuestas nacionales muestran que los adultos jóvenes (en la edad de transición entre el colegio y la universidad) tienen niveles bajos de educación financiera, esto se traduce en la incapacidad para elegir los productos financieros adecuados y, a menudo una falta de interés en su planeación financiera. En Estados Unidos por ejemplo, seis encuestas aplicadas entre 1997 y 2008 por la Jump$tart Coalition for Personal Financial Literacy, para evaluar los conocimientos financieros de estudiantes en el último grado de preparatoria, encontraron consistentemente bajos niveles de educación financiera.
Algunas cifras presentadas por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), así lo demuestran:
- En Dinamarca el 73% de los jóvenes afirman tener muy poco conocimiento o, incluso, ninguno sobre los tipos de interés.
- En el Reino Unido el 96% de los adolescentes dicen que se preocupan solo por tener dinero diariamente.
Panorama nacional:
El programa pionero de la educación financiera para niños en Colombia se denominó “Finanzas Para el Cambio”, (2005), y pretendía insertar paulatinamente en la educación básica y media conceptos de esta área del saber, como parte de los currículos escolares de las Instituciones Escolares del país. Este programa fue desarrollado por la Fundación Dividendo por Colombia, la Fundación Corona y Citibank-Colombia, y mediante alianzas estratégicas con las Secretarías de Educación de Bogotá, Cartagena y Medellín, y organizaciones como Actuar por Bolívar, Microempresas de Antioquia y la Fundación Mamonal.
El segundo programa, que tuvo un alcance mayor fue el “Programa de Educación Financiera”, apoyado por la Fundación Bancolombia (2009). Durante sus cuatro años de duración el programa atendió a 175 instituciones educativas en 39 entidades territoriales. Se formaron más de 4.000 docentes, más de 13.000 padres de familia y 128.249 estudiantes.
En la actualidad distintas entidades que conforman el sistema financiero concentran esfuerzos en la atención de este público específico, tal es el caso del Banco de la República, entidad que a través de dos talleres dirigidos a niños entre los 6 y 12 años de edad, les enseña la importancia del ahorro y les explica en qué consiste el universo de los billetes y las monedas. Con estos talleres han logrado la asistencia de más de 6.000 niños a nivel nacional.
Así mismo, Banca de las Oportunidades está comprometida con la Educación Financiera, por esta razón ha trabajado directamente con la población más vulnerable, así como con los microempresarios, los niños y los jóvenes, a través de programas presenciales, virtuales y masivos para llegar a más de un millón de colombianos. Uno de estos es el programa piloto de Educación Financiera virtual (e-learning), dirigido a estudiantes de diferentes colegios de Bogotá y Bucaramanga, experiencia que les permite ser conscientes sobre temas como el ahorro, el crédito, el presupuesto y el aseguramiento para generar cambios en su comportamiento.
Asobancaria y el Ministerio de Educación Nacional
Desde 2011, la Asobancaria y el Ministerio Nacional de Educación han sido aliados en la construcción del Programa de Educación Económica y Financiera, proyecto enmarcado en las bases del Plan Nacional de Desarrollo 2010-2014: “el Gobierno y el Banco de la República, con la participación del sector privado crearán una estrategia nacional para brindar educación económica y financiera de calidad a la población colombiana de todos los estratos socioeconómicos y niveles de bancarización”.
A lo largo de estos años se han sumado saberes técnicos y financieros para promover el desarrollo de acciones que reviertan en una estrategia nacional en materia de educación financiera, impulsados no por un compromiso mediático, sino por una genuina voluntad de parte de los bancos en Colombia de transmitir los conocimientos, las habilidades y las actitudes necesarias para la toma de decisiones informadas y las actuaciones responsables en los contextos económicos y financieros.
Los resultados obtenidos han sido múltiples, entre ellos la publicación del “Manual de Orientaciones Pedagógicas en la Educación Financiera” (2013), la realización de un piloto del programa (2014) que llegó a 120 instituciones educativas del país, los manuales operativos y de formación docente para el programa de Educación Financiera y Económica (2014), además de las fichas didácticas para cada curso (1-11) para facilitar el aprendizaje de estos temas, con juegos, preguntas, y actividades didácticas (2016).
Adicionalmente al programa desarrollado junto con el Ministerio de Educación Nacional, Asobancaria junto con sus afiliados, trabaja en actividades puntuales que refuerzan los conocimientos en educación financiera en los niños, tales como el Global Money Week en el mes de marzo y el Mes Internacional del Ahorro en el mes de octubre.