Cuando decide avalar el crédito de un familiar o de un amigo a través de esta figura, debe saber muy bien qué consecuencias tiene si esta persona deja de responder por el crédito en algún momento.
Como su nombre lo indica, el codeudor comparte la deuda con otra persona en las mismas condiciones que propone la entidad financiera. Es decir, hay una sola obligación en cabeza de varios deudores, uno que recibe el dinero y otro que garantiza.
Lo anterior significa que en caso de incumplimiento de la obligación la entidad puede exigirle el pago total de la deuda a cualquiera de los deudores ya que el compromiso adquirido por ellos es de manera solidaria.
Cuando las condiciones del crédito determinan que los deudores deberán cumplir de manera solidaria se refiere a que es imposible la división de la deuda en partes iguales o proporcionales, esto le garantiza al acreedor recibir la totalidad de los recursos que prestó.
Todos los requisitos que solicita una institución financiera para otorgar un crédito a un deudor los debe cumplir también el codeudor, pues son los dos quienes se están comprometiendo con el pago de la obligación.
Codeudor, una responsabilidad
Tenga muy presente que el codeudor tendrá que responder por la deuda como si la entidad le hubiera prestado el dinero a él. Para la entidad, deudor y codeudor es lo mismo, por eso es que también se consulta en las centrales de riesgo y cualquier incumplimiento será reflejado en su historial crediticio.
Ser codeudor implica una responsabilidad muy grande porque se está comprometiendo el patrimonio a favor de una entidad en caso de que el deudor no pague el crédito. De esta manera, el acreedor tiene todo el derecho a exigir, a quien dio el aval, que responda ante insolvencia del deudor si este no tiene el patrimonio suficiente para cumplir.
Si va a ser codeudor…
La persona que acepte ser codeudor de otra en un crédito debe tener la absoluta confianza en el deudor y conocer su capacidad de pago, pues esta relación no finaliza sino hasta el momento que se pague la última cuota del crédito.
Por lo tanto, siempre que alguien cercano le pida el favor de ayudarlo en un crédito, y bajo su propio riesgo decide hacerlo, verifique muy bien la estabilidad laboral del deudor o pregunte cómo va hacer él para pagar esa obligación, de esta forma usted no terminara pagando deudas que no le corresponden.
Si acepta garantizar la deuda, esté en constante comunicación con el deudor y solicítele que le reporte mensualmente cada vez que haga el pago, esto le permitirá dormir más tranquilo.
Recuerde que al finalizar la obligación usted como codeudor también tiene derecho a exigir un paz y salvo que el acreedor le entrega al deudor.
Siempre evalúe la posibilidad o las consecuencias que traería para usted tener que empezar a responder por un crédito en caso de que el deudor no pudiera responder a tiempo con esa obligación. Si piensa en lo anterior antes de dar una respuesta positiva o negativa a quien le solicite este favor seguramente evitará situaciones desagradables en el futuro.
Diferencia entre codeudor y fiador:
Como hemos explicado al ser codeudor usted comparte una deuda con otra persona en igualdad de condiciones, es decir, hay una obligación principal en cabeza de los deudores, por lo que en caso de incumplimiento se les exigirá que respondan a ambos, mientras que si es “fiador” solo después de que el banco persiga al deudor principal y no logre el pago de este por insolvencia (incluyendo la gestión de persecución de los bienes del deudor principal tales como cuentas bancarias, muebles, inmuebles, participaciones en empresas, etc.), se le puede exigir al fiador que responda.
Recuerde: Si bien es más arriesgado ser codeudor que fiador en ambos casos le recomendamos evaluar el riesgo para su seguridad financiera que representa prestar su nombre para una deuda ajena. No se deje llevar por el corazón.