Si usted es cabeza de hogar y es quien sostiene los gastos del hogar no se sienta solo o sola al momento de planear los gastos o las inversiones para el grupo familiar. Cuando se hace un presupuesto colectivo y de consensos es más fácil definir prioridades y así, poder cumplirlo.
Si un padre o una madre no se reúnen para planear los gastos de la familia, sino que lo hace cada cual por su lado, entonces no podrán unificar criterios y sumar esfuerzos para salir adelante como grupo familiar. Si la pareja tiene hijos, sin importar la edad que tengan, deben incluirlos en las decisiones económicas por pequeñas que sean para enseñarles la forma como están distribuyendo los gastos de la casa.
Unir al hogar para planear el presupuesto familiar es muy fácil, basta con convocarlos a todos cada vez que se reciban los ingresos y hacer las cuentas de cuánto dinero irá al pago de obligaciones y cuánto quedará disponible. Con el dinero disponible entre todos deciden si lo ahorrarán para cumplir una meta futura, si lo gastarán en diversión o lo invertirán.
Los hijos al contrario de los padres no se preocupan por el pago de las obligaciones mensuales, ellos piensan más en gastar y en pedir lo que necesitan para el colegio o para satisfacer sus necesidades de vestuario, calzado o entretenimiento. No desperdicie la oportunidad de pedirle a sus padres que le cuenten en qué están gastando el dinero, cuánto suman sus deudas o qué planes tienen para el futuro de ellos y el suyo, así será más fácil que entienda el por qué a veces no le pueden dar gusto en todo.
Si ellos no realizan un presupuesto familiar tome el control de la situación y enséñeles que hacer un presupuesto da mejores resultados que no hacerlo o hacerlo sin la ayuda de los otros miembros del hogar.