No será la primera vez que escucha hablar de una cuenta de ahorros o de una cuenta corriente. Seguro cuando fue a la oficina a abrir su primer producto bancario, el colaborador de la entidad le preguntó cuál de estos dos tipos de depósito prefería o, si hizo el procedimiento por los canales virtuales,  tuvo que escoger entre alguna de las dos opciones. Es muy posible que en el momento de hacer una transeferencia le preguntó a su amigo, familiar o cliente qué tipo de cuenta tenía él para enviarle el dinero. Probablemente seleccionó una de las dos opciones cuando estuvo al frente de un cajero automático y necesitaba completar la operación.

Y tal vez todo eso lo hizo sin conocer las características de una cuenta de ahorros o de una cuenta corriente. En Saber Más Ser Más le contamos cuáles son las diferencias entre una y otra, para que pueda tomar la decisión que se ajuste a su necesidad y sacarle el mayor provecho a estos dos tipos de dépositos.

 

Cuenta de ahorros

Cuenta corriente

 

Genera rentabilidad por mantener su dinero en la cuenta, el porcentaje depende la entidad. Como su nombre lo indica: incentiva el ahorro.

 

 

No ofrece rentabilidad generalmente. Es decir, mantener el dinero allí, sin importar la cantidad o el tiempo que permanezca, no va a generar ganancias.

 

Se tiene la idea de que solo es para personas naturales, pero también existen las cuentas de ahorros empresariales.

 

 

Se han asociado a importantes empresas que mueven grandes cantidades de dinero, lo cierto es que cualquier persona u organización puede considerar abrirla.

 

 

No permite sobregiros. Puede disponer del dinero que tiene en su cuenta en el momento que lo requiera hasta que el saldo llegue a 0.

 

Existe la posibilidad de tener un cupo de sobregiro. Es decir, puede exceder su saldo porque la entidad le presta (que se pueda realizar, monto y condiciones dependen del banco). Esto generará, por supuesto, el cobro de intereses.

 

 

No existe la posibilidad de un reporte a central de riesgo por el manejo de este tipo de cuenta, dado que el dinero del que dispone le pertenece a usted.

 

 

Dado el punto anterior, y que la entidad le puede prestar dinero, el incumplimiento de esa obligación generará reportes negativos a las centrales de riesgo.

 

Le permite realizar pagos con su tarjeta débito o por canales electrónicos.

 

Cuenta con una tarjeta débito para realizar pagos y tambien dispone de canales electrónicos, adicionalmente, cuenta con una chequera y, de acuerdo a su manejo, puede recibir una tarjeta de crédito.

 

 

Dependiendo de la entidad y del tipo de cuenta de ahorros a la que accede le pueden cobrar algunas comisiones.

 

También le puede cobrar comisiones y, en general, se conoce que son más altas que las de las cuentas de ahorros.

 

 

¿En qué casos es más útil una cuenta de ahorros?

  • Si su intención es ahorrar mes a mes.
  • Si es su primer producto financiero y quiere dejar de usar efectivo.
  • Si quiere tener menos costos (o ninguno) asociados a la cuenta por realizar transacciones.

¿En qué casos es más útil una cuenta corriente?

  • Si desea una cuenta para realizar pagos frecuentes.
  • Si en ocasiones puede llegar a necesitar un saldo mayor al que dispone.
  • Si su intención es tener varios productos asociados (tarjeta débito, chequera o tarjeta de crédito, en ciertos casos).

Ambas cuentas le permiten tener su dinero disponible en cualquier momento, ambas le sirven para gestionar su dinero, pero como se dio cuenta existen diferencias significativas que si las tiene en cuenta sabrá cuál es su mejor opción o, si tiene ambas, cuál es el manejo adecuado que debe darle a cada una.

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