Imagínese que va hospital, a un almacén, a un banco o a cualquier lugar en donde requiera solicitar un servicio y que nadie le entienda o lo ayude y, por supuesto, que el problema por el que fue a dicho establecimiento quede sin resolverse. Ese es el día a día de la comunidad sorda y sordociega en Colombia.
Esta problemática no se soluciona con una mímica que usted acaba de inventarse, o con dibujos en una libreta, porque la persona con discapacidad auditiva probablemente no le entienda y usted a ella tampoco, ni hablándole fuerte o al oído porque por más que grite o se le acerque no le va a escuchar, mucho menos ignorando su presencia o su requerimiento, se soluciona entendiendo su situación y su lengua.
En primera instancia, se debe evitar el uso del diminutivo para referirse a una persona sorda, no es “el sordito quiere decirnos algo” o “la mudita que está en la fila” (aplica para cualquier tipo de discapacidad) ni siquiera es el sordomudo, lo correcto es decir: persona sorda o persona con discapacidad auditiva.
Es necesario, también, romper algunos estigmas y mitos sobre la lengua de señas y reconocerla como un idioma natural, como el francés o el italiano, solo que no es una lengua oral sino gestoespacial, y hay que saber, por ejemplo, que la lengua de señas colombiana, como el idioma, puede ser diferente a la lengua de señas inglesa, o que no hay una seña para cada palabra, porque las personas sordas no piensan en palabras sino en imágenes que se describen usando las manos, el gesto y el espacio.
Asimismo, es necesario crear conciencia sobre las personas con discapacidad y visualizar las barreras a las que se enfrentan y su verdadera condición.
Estas son las necesidades primordiales en las que se concentra el Curso Básico en Lengua de Señas Colombiana con enfoque en servicios bancarios (que podrá encontrar en el Portal Banca Para Todos), pues no pretende formar intérpretes de lengua de señas, ni que quien lo realice se vuelva un modelo lingüístico, sino brindar las herramientas conceptuales, lingüísticas y normativas que permitan tener conversaciones elementales al encontrarse con una persona sorda o sordociega y brindarle la atención apropiada y que merece.
Con la realización de este curso no solo le dará un valor agregado a su trabajo en cuanto a servicio al cliente, con un enfoque diferencial e inclusivo, sino que contribuirá a ese espacio, a ese mundo pensado para todos, donde los entornos, sin distinción de género, raza o capacidad, son de fácil acceso para cualquier persona, donde los productos y servicios son cómodos, seguros, amigables y en igualdad de condiciones para todos.
Encuentre el curso en el siguiente link: https://www.sabermassermas.com/ws/bancaparatodos/