Un sondeo elaborado por nuestro portal Saber Más, Ser Más demostró que el 31% de las personas planifican la educación de sus hijos y ahorran para este fin, mientras que el 69% debe recurrir a créditos u otro tipo de medios para cubrir los gastos que este requiere.
Según el Dane (Departamento Administrativo Nacional de Estadística), en los jóvenes, la tasa de desempleo es el doble del promedio nacional (16.6% para jóvenes en 13 áreas) y el ingreso salarial promedio de una persona de 25 a 30 años con educación superior puede ser, en promedio, 2.2 veces superior a un persona de la misma edad con bachillerato.
Incluso la diferencia es mayor a medida que se incrementa la edad: El salario promedio de una persona de 40 años con posgrado puede ser 7.5 veces más alto que el de una persona de la misma edad solo con bachillerato.
Lo que en resumidas cuentas lleva a concluir que la educación debe ser por naturaleza misma, una meta a largo plazo, que debe ser planeada desde los primeros años de vida, de manera que cuando llegue el momento, se cuente con la solidez económica y el ahorro suficiente para cubrir los gastos.
No deje como buen colombiano… «todo para última hora». Empiece desde ya y aproveche las alternativas que le ofrece el mercado para ahorrar con rentabilidad, o en su defecto, si ya le cogió el tiempo, alternativas de financiamiento cómodas para su bolsillo.
Con anticipación
Cuanto más tarde empiece a ahorrar, más difícil le resultará pagar la educación de su hijo. Infórmese sobre los productos financieros que ofrece el mercado y deposite su dinero en uno de éstos, de manera que el tenerlo guardado, además de darle seguridad, le genere rentabilidad.
Seguros
El seguro educativo es un contrato que se hace entre un cliente (tomador) y una compañía de seguros en donde la compañía de seguros garantiza al beneficiario del seguro el pago de los gastos de la educación de acuerdo a lo establecido en las condiciones de la póliza.
Con este producto, la compañía de seguros cubre los costos de educación superior de los hijos sin que sin que medie el evento de fallecimiento o sobrevivencia del padre.
Sobre el tiempo
Si su planificación falló desde los primeros años de vida de su hijo, empiece por averiguar los créditos educativos o las alternativas de financiación que ofrece el mercado, evalúe plazos, tasas de interés, y escoja la opción que mejor se ajuste a sus finanzas.