Un crédito formal se refiere a los préstamos realizados por instituciones que son reguladas y supervisadas por la Superintendencia Financiera o la Superintendencia de Economía Solidaria. Dentro de estos se incluyen bancos comerciales, compañías de seguros y financieras, además de las cooperativas que deben reportar al Gobierno todas sus transacciones de forma regular.
El crédito formal se caracteriza por la privacidad en el manejo de su información personal y financiera; por tener una amplia variedad de créditos que se ajustan a su necesidad y capacidad de endeudamiento; por contar con asesoría financiera y personalizada; por la protección que tienen los deudores por la Ley 1328 de 2009 (Régimen de protección al consumidor financiero), y por una tasa de interés regulada.
Además de ofrecerle liquidez inmediata, es una herramienta para fortalecer sus buenos hábitos financieros, la entrada libre a futuras opciones de financiación, una alternativa para cumplir sus metas a corto, mediano y largo plazo, y una vía para obtener un buen historial crediticio.
Este último es importante en su vida financiera, pues es uno de los tantos factores de estudio para otorgar un crédito. Por eso, es muy importante que se encuentre registrado en las centrales de riesgo, pues son estas las que tienen la información positiva y negativa sobre su comportamiento financiero y comercial.
Ventajas
• El dinero está seguro.
• Las entidades pueden otorgar créditos a largo plazo.
• Su información financiera se maneja con privacidad.
• Puede crear un historial crediticio.
• Las entidades operan bajo reglamentos financieros.
• Tiene derecho a asesoría financiera y buen trato.
Desventajas
• Debe cumplir los requisitos exigidos por la entidad.
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