Tener acceso a este tipo de crédito no es difícil si se toman en cuenta las siguientes consideraciones:
No deje pasar tanto tiempo: entre más pronto se decida por adquirir la vivienda más rápido empezará a pagar el inmueble y la deuda que adquirió. Por eso es recomendable que si tiene la capacidad de pago para adquirir un crédito, empiece a buscar el proyecto de vivienda que más se ajuste a sus necesidades.
No deje de ahorrar: entre más disciplina se tenga ahorrando, más posibilidades tendrá para que cualquier entidad le desembolse el crédito hipotecario. El ideal es que ahorre por lo menos el 30% del valor de la vivienda para su cuota inicial y que el dinero faltante lo cubra con un crédito.
No deje de comparar: no todas las entidades ofrecen las mismas tasas de interés en los créditos, ni tienen las mismas condiciones de financiamiento, por eso es aconsejable explorar con detenimiento diferentes alternativas para encontrar la que se ajuste a lo que quiere.
No deje de preguntar todo lo que quiera: una vez elija la entidad donde tramitará el crédito no tema indagar una y otra vez sobre el costo del crédito y aclara todas sus dudas, pues esa información le será muy útil para organizar sus obligaciones futuras y planear sus pagos.
¿UVR o en pesos?: el sistema de amortización del crédito hipotecario puede ser en Unidad de Valor Real (UVR) o en pesos. Indague con su asesor sobre las bondades de cada uno y las modalidades de pago.
Pregunte por el seguro de desempleo: aunque actualmente goce de estabilidad laboral, no desestime la opción de un seguro de desempleo pues los créditos hipotecarios suelen pagarse en un promedio de 15 años y en cualquier época que se quede sin trabajo el seguro de desempleo le ayudará a cubrir la deuda.
Cumpla a tiempo o anticipadamente: una vez adquiera el crédito trate de pagar sin falta la cuota fijada en la fecha acordada y si es posible hágalo anticipadamente, recuerde que estará pagando el bien que más aprecian las familias y los hogares: la vivienda.