Si ha tomado la decisión de invertir, pero aún no sabe en qué, en Saber más Ser más le mostramos cuáles son las diferencias de dos alternativas comunes a la hora de invertir y generar rentabilidad a su dinero: los bonos y las acciones. Y aunque se puedan confundir por sus similitudes, hoy le enseñamos a identificar esas diferencias notorias, y conocerlas para tomar la mejor decisión de inversión.
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Los bonos
Cuando adquiere un bono, entrega su dinero a la entidad que lo ha emitido, una empresa privada o un gobierno local o nacional, y este se compromete a devolverlo en un tiempo acordado, y adicional le dará un porcentaje extra, que son los intereses y es el beneficio real por hacer la operación.
Desde el punto de vista de la entidad, el bono es una deuda, para el inversor es un instrumento de renta fija, pues conoce desde el principio que va a recibir un interés. Es por eso que los bonos también son conocidos como “títulos de deuda” porque a la hora de invertir, quien invierte, hace las veces de banco; ya que, presta dinero con el fin de cobrar intereses y recuperar su inversión al finalizar el plazo.
Existen muchos tipos de bono, revisemos algunos a continuación:
Tipos de bono
- Bonos emitidos por el estado: cuando se presta dinero a un gobierno a cambio de una tasa de interés que está acordada.
- Bonos emitidos por empresas: Son menos seguros que los bonos estatales (aunque claro, el riesgo depende de la empresa y el país donde se emitan) pero generan mayor rentabilidad para los inversores y empresas que los emiten.
- Bonos canjeables: Se pueden canjear por acciones ya existentes de la empresa.
- Bonos convertibles: Se pueden canjear por acciones de nueva emisión con una menor rentabilidad.
- Bonos de cupón cero: No se pagan intereses mes a mes, sino que se paga el acumulado en el momento del vencimiento.
- Bonos sociales: Su objetivo es financiar proyectos con el objetivo de mitigar un problema social determinado.
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¿Dónde puedo comprar bonos?
Si esta alternativa de inversión se adecua a sus necesidades y tiempos, tenga en cuenta dónde puede comprarlos:
- Compra de bonos en el mercado primario: en este tipo de mercado la venta de bonos se hace mediante subastas. Allí, los principales compradores son los bancos e inversores institucionales, además de algún inversor particular.
- Compra de bonos en el mercado secundario: Aquí se venden los bonos que se adquirieron en el mercado primario, facilitando el acceso a los mismos a los inversores particulares a través de un bróker.
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Las acciones
Cuando invierte su dinero en las acciones de una empresa, inmediatamente se convierte en socio de esta y obtiene unos derechos y obligaciones, no importa la cantidad de acciones, por más pequeño que sea este número, igual será socio y un pedazo de la empresa es suyo.
Sin embargo, cuando se habla de poder de decisión, el número de acciones que tenga influirá en lo que representan dentro del porcentaje de capital social de la compañía.
Para la entidad o empresa, la venta de acciones representa un aumento del patrimonio neto, ya que el nuevo socio está aportando un capital, para el inversor, quien compró un pedazo real de la empresa, es un instrumento de renta variable, es decir, no hay un contrato o un acuerdo para devolver el dinero, todo depende de la situación de la compañía.
Es decir, el propietario comparte las ganancias y las pérdidas de la empresa, puede recibir los beneficios si la organización tiene un buen desempeño (entre más acciones, mayor será el dividendo por recibir), o si este es deficiente, las acciones bajarán y, por tanto, el valor de la inversión será menor, significando una pérdida.
Similitudes entre los bonos y acciones
Tanto los bonos como las acciones son instrumentos que existen dentro del mercado de capitales, para el inversor son una forma de darle utilidad a su dinero y para el emisor una manera de obtener liquidez.
En ambos casos, y antes de realizar la operación, la persona debe preguntarse: ¿Cuánto dinero tiene y de esa cantidad cuánto estaría dispuesto a perder? ¿Cuál es el riesgo que quiere asumir? ¿Cuál es el tiempo que puede esperar? y ¿Cuánto desea ganar?
¿Cuáles son las diferencias?
- Las acciones tienen un carácter perpetuo, será el dueño de ellas mientras no las venda. En cambio, los bonos tienen un plazo de operación que se acuerda en el contrato.
- Los bonos devuelven el monto total del capital invertido, el riesgo puede ser mucho menor que el de las acciones, donde su precio varía en función del valor de mercado (puede superar cualquier límite de rentabilidad o no dejar ninguna, pues la rentabilidad no está asegurada).
- Con las acciones adquiere ciertos derechos, en algunos casos, tener posibilidad de voto, que no consiguen los poseedores de los bonos.
- Los bonos pueden generar un flujo constante de ingresos mientras que las acciones, la posibilidad de una mayor rentabilidad.
- Las acciones se pueden proteger contra la inflación, un incremento en este valor puede afectar el pago real por el bono. En términos generales, el dinero que se invierte en la compra de bonos puede ser más alto que el de las acciones.
¿En qué le conviene invertir?
La respuesta es sencilla, depende de usted y de su perfil inversor. Los bonos encajan en un perfil conservador mientras que las acciones van dirigidas a personas más arriesgadas. Si no tiene prisa en obtener rentabilidad, por el contrario, la quiere a mediano o largo plazo, podría convertirse en accionista, pero si no quiere esperar tanto tiempo y desea, al menos, tener una fecha segura, la recomendación es adquirir bonos.
No importa si su decisión final son los bonos, las acciones o se está asesorando para armar un portafolio que mezcle ambas, siempre, antes de invertir, es clave conocer cómo funcionan los activos financieros en su totalidad, la empresa o entidad en la que invierte, las perspectivas a corto, mediano y largo plazo, para sacarle el mejor provecho a su operación y evitar quedarse sin inversión y, de paso, sin ahorros.
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