Manejar dinero es una tarea que demanda planeación, administración y toma de decisiones responsables, más aún cuando esta incide sobre su patrimonio y bienestar. Al igual que las empresas, usted debe llevar un control de sus finanzas haciendo una correcta planeación financiera familiar y personal, de la cual el presupuesto es la piedra angular. Saber Más, Ser Más le guía en algunos conceptos previos para la construcción de su presupuesto basado en los ingresos y gastos.
El primer paso es entender los conceptos y tipos de ingreso y gasto:
Los ingresos
Los ingresos son las entradas de dinero o recursos de la familia. Los más importantes usualmente son el pago de su salario o pensión, en el caso de los pensionados; sin embargo, no olvide tener en cuenta otros posibles ingresos como arriendos, intereses de inversiones, comisiones, bonos, entre otros. Los ingresos pueden ser de dos tipos:
Ingresos fijos: Dinero que recibe periódicamente (ingresos por alguna renta o pensión de jubilación. En el caso de los asalariados: sueldo, prima y cesantías). Estos ingresos no varían significativamente en el corto plazo y la fecha en la que se perciben es fácilmente predecible.
Ingresos variables: Son los que no se reciben de manera constante (horas extras, comisiones, premios, ganancia por alguna inversión que haga, trabajos independientes, o herencias).
Los gastos
Los gastos son los distintos usos que se le dan al dinero. Estos pueden ser necesidades, obligaciones o gustos personales. Registre y organice cada uno de sus gastos, pues solo así podrá saber cuánto dinero se necesita para vivir por un tiempo, y si hay gastos que se puedan moderar. Los gastos también pueden ser de dos tipos:
Gastos fijos: Son salidas de dinero permanentes en el corto plazo, con las que siempre hay que cumplir (arriendo, cuota del crédito hipotecario, mensualidad de colegios o algún pago para educación, impuestos, servicios públicos, alimentación, útiles de aseo, transporte, servicios de salud, seguros, pago de otro tipo de créditos u obligaciones, entre otros).
Gastos variables: Salidas de dinero que se presentan y que son difíciles de controlar (vestido, emergencia de salud, viajes, entretenimiento y diversión, compra de regalos en una fecha especial, imprevistos, entre otros).
En general, los ingresos que recibe una persona son estables. Un empleado, por ejemplo, recibe cada quince o cada treinta días su sueldo. Por el contrario, los gastos varían cada mes, lo que hace que a veces nos sobre dinero y en otros casos nos toque recurrir a nuestros ahorros o pedir dinero prestado para cubrir el faltante.
Aumentar los ingresos posiblemente está fuera de su alcance, ya que tendría que solicitar un aumento o cambiar de empleo, aspectos que no dependen de usted, por lo que es mejor priorizar sus gastos, es decir, identificar cuáles de ellos corresponden a necesidades que debemos suplir, y cuáles de ellos cubren deseos que hacen nuestra vida más amable, pero que no son indispensables.
Le invitamos a seguir en Saber Más, Ser Más con: Aprenda a invertir las cesantías en la compra de vivienda.