Cuidado con los falsos tramitadores, personas que sin tener vínculo alguno con las entidades financieras, se ofrecen como mediadoras para supuestamente agilizarles a los usuarios solicitudes de productos como créditos o tarjetas de crédito.
Su estrategia es buscar, en la mayoría de los casos, personas a quienes el banco no les aprobó un préstamo por no cumplir con los requisitos necesarios.
Es así como los falsos tramitadores le solicitan a la persona dinero para adelantar una nueva solicitud de trámite, con la promesa de que esta vez sí obtendrán una respuesta favorable, pues para que el resultado sea exitoso le suministrarán documentación falsa para ser presentada ante el banco.
De esta manera, le piden al cliente la cédula de ciudadanía, mientras ellos se encargan supuestamente de conseguir documentación como certificados laborales, colillas de pago, certificado de ingresos y retenciones, registros de propiedad, contratos de arrendamiento, declaraciones de renta, entre otros. Sin embargo, nunca hacen la entrega de dichos documentos. En este aspecto, es importante recordar que presentar papeles falsos es un delito que le puede salir muy caro, así que es mejor que sea honesto en la información que entregue a los bancos.
Tenga en cuenta:
– En el momento de solicitar productos o servicios financieros, realícelos personalmente ante la entidad financiera, visitando las sucursales o en sus páginas web.
-Los funcionarios que pertenecen a los bancos, deberán estar identificados con escarapelas que los acrediten como empleados de la entidad que le va a prestar el servicio.
-Los formatos de solicitud y vinculación deben ser diligenciados por la persona que solicita el producto como créditos o tarjetas de crédito, por lo tanto no acepte la ayuda de terceros para adelantar este proceso.
-Si por alguna razón se hace necesaria la ayuda de un tercero para diligenciar los formatos, acuda al funcionario asignado en cada sucursal.
-Tenga en cuenta que generalmente los bancos no cobran ningún tipo de comisión por la solicitud de algún producto financiero que ofrece a sus clientes.
No olvide que ante cualquier anomalía, sospecha de fraude, mala práctica o intervención de terceros no vinculados con la entidad, debe reportar esto ante la entidad financiera o a las autoridades.