X
Crédito de vehículo
Las entidades financieras ofrecen dos modalidades para la compra de este bien, el cual está diseñado para que usted pueda financiar parte de su valor comercial.
Para la compra del vehículo a través de un crédito, es necesario tener dinero disponible para cubrir la cuota inicial de este (30% del valor del vehículo aproximadamente). La ventaja de esta modalidad es que tiene una tasa de interés baja, en comparación con otros productos de consumo.

Cuando usted usa esta modalidad de financiamiento, debe tener en cuenta que el vehículo se convierte en una garantía para la entidad financiera, por lo que este es pignorado al banco como mecanismo para asegurar la deuda.



Las condiciones de un crédito para un vehículo nuevo son similares a las de un crédito para la compra de un vehículo usado, los aspectos en los que varían son:

La financiación solo aplicará cuando el vehículo usado tenga una antigüedad no mayor a los seis años.

La cobertura del crédito se reduce un poco. Mientras en un vehículo nuevo es aproximadamente el 70% del valor total, el promedio con un vehículo usado oscila entre el 40% y el 60% de la totalidad.


El leasing es un contrato en el cual el banco le entrega la tenencia del vehículo para que lo use y lo disfrute, a cambio del pago periódico de un canon de arrendamiento por un plazo determinado. Para tal efecto, usted suscribe un contrato con su entidad financiera en el que acuerda cuota y plazo. Cuando ese periodo de tiempo venza, usted tiene el derecho de ejercer la opción de compra.

Esta última se acuerda al iniciar el contrato y en él se fija el valor del mismo. Una vez se venza el tiempo de "arrendamiento", el banco le da la opción ya pactada. Este valor puede estar entre el 1% y el 20% de lo que le prestó la entidad.

La diferencia con un crédito de vehículo es que bajo esta modalidad su bien no tiene prenda, por lo que en la vigencia del contrato de leasing, los papeles de propiedad del bien están a nombre del banco.

La ventaja entonces del leasing, es que usted puede obtener beneficios tributarios, pues mientras que el vehículo no esté a su nombre, el valor de sus ingresos en el momento de declarar renta no aumentará.